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El primer vino tinto se llama EL TESÓN, como la parcela donde nace. Es un mencía de cepas centenarias y una crianza de 16 meses en roble francés.

El Tesón es un prodigio de finura y quizás uno de los vinos más elegantes que El Bierzo ha dado a luz en su historia.

Es un lujo escaso: la producción anual de El Tesón no supera las 2.500 botellas que sólo unos pocos privilegiados podrán disfrutar.

Variedad: 90% mencía centenaria de la parcela El Tesón en Valtuille, el Bierzo y 10% Pinot Noir

El vino siembra poesía en los corazones.
Dante Alighieri